jueves, 24 de julio de 2008

La nueva carne





Volviendo la cámara hacia ella, Cindy Sherman ha construido un nombre como las más respetadas fotógrafas de fines del siglo 20. Aunque la mayor parte de sus fotografía son de ella, sin embargo, estas fotos definitivamente no son autorretratos. Sherman se utiliza a sí misma como un vehículo de comentario para una variedad de temas del mundo actual: el rol de la mujer, el rol del artista y mucho más. Es a través de estas ambiguas y eclecticas fotografías que Sherman ha desarrollado un estilo único.

Cindy se coloca en roles de actrices de películas clase B, en sus fotografías se disfraza, usa pelucas, sombreros, ropas diferentes a las suyas, representando los roles de cada personaje. Esta el ama de casa arquetipo, la prostituta, la mujer en apuros, en lágrimas, la bailarina, la actriz y como un camaleón maleable Sherman se mete dentro de los personajes.

Pasa por una etapa grotesca, intencionalmente vestida con look que asusta, deforme, se plantea como una extraña, en lugares indefinibles extrañamente coloreados con luces y sombras azules, verdes y rojas. A veces emplea partes de muñecas o prótesis que sustituyen partes de su cuerpo, vómito y otras sustancias viles aparecen en escena. Su intención es la de explorar el asco, aunque admite que encuentra belleza en ello.

“Sex Pictures.” Por primera vez enteramente ausente en sus fotofrafías, utiliza nuevamente muñecas y prótesis, colocadas en posiciones fuertemente sexuales. Prótesis genitales (masculinas y femeninas) son fotografiadas en extremo close up. En color, están creadas para shockear.

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